Vos
preguntas cómo te prefiero. Vos preguntas cómo te prefiere la gente. Vos
preguntas qué clase de persona te sienta mejor ser. Vos preguntas qué haces
mal, o que no. Vos preguntas cómo te ven los demás. Vos preguntas, preguntas ..
Y preguntas. Pero, ¿te preguntaste a vos mismo todo esto antes que preguntárselo
a los demás? ¿Te preguntaste cómo sos, quién queres ser, o quién crees ser, o
si te sentís bien/cómodo/conforme siendo quien sos? O simplemente te has
preguntado ¿QUIÉN SOS?
¿Te pusiste a pensar en qué tipo de máscara llevas? ¿Te pusiste a pensar en el
rol que cumplís a diario? La clave está en reconocer, reconocerse.
Uno
debe tomar conciencia. ¿Por qué actuamos como actuamos? ¿Por qué los demás actúan
como actúan ante nosotros? Quizá la máscara que utilizábamos no nos sirva más o
también es posible que necesitemos adaptarla o retocarla para hacerla más cómoda.
Sea como sea, si empleamos una máscara es porque en algún momento nos sirvió
para relacionarnos o conseguir algo de los demás. El problema es cuando nos
identificamos con la máscara, cuando creemos que somos ella, pero esto implica
dejar de ser dueños de lo que hacemos pensando que somos como somos, sin poder cambiar
nuestro comportamiento. Generalmente, aceptar la máscara puede ser bueno,
pero solo como un instrumento, nunca olvidando que uno es más que la máscara
que lleva puesta.
Cuando podemos separar nuestra esencia de la máscara o máscaras que llevamos,
somos capaces de identificar nuestras creencias limitantes para atrevernos
a ser nosotros mismos. Es así como nos podemos plantear cuáles son nuestros
principales valores, o qué tipo de vida queremos crear para nosotros. ¡Uno
debe arriesgar! Uno debe arriesgarse, asumir riesgos ¡Uno debe creer! Creer en
si mismos, creer en sus sueños, simplemente creer.
Uno
busca críticas de otras miradas, pero no se atreve a auto criticarse porque no
se atreve a mirarse a si mismo, porque no se conoce o quizás por miedo a
descubrirse, a ver quien se es. Pero no se puede ir por la vida buscando que
los demás nos digan como somos, quienes debemos ser, qué hacer, qué esta mal o
qué esta bien, ¡NO!, no funciona así. Uno puede aceptar todo tipo de criticas,
pero no se es mecanismo de prueba para gustarle al otro o para que el otro nos
arme conforme a como quisiera vernos. ¡UNO DEBE SER!, debe quererse como tal es.
Si, ¡UNO DEBE QUERERSE! Quererse para poder querer, para ser lo que queramos
ser, para confiar, para sentir, para encontrarse consigo mismo, para conectarnos
con nuestra esencia, para ser auténticos.
Se suele
tener miedo de ser, se va simulando ser quien no se es, o mostrando lo que no
se quiere mostrar. Cuando uno no confía en si mismo se torna inseguro,
indeciso, hasta muchas veces se resguarda en una “zona de confort”, más bien se
arma de miedos. Forma una coraza para no permitirse sentir, para evitar todo
tipo de emociones, pero, llega un momento en que uno debe salirse de esa zona
de confort, debe permitir que comience a entrar luz, luz de ser, luz que quiere
invadir, invadir por completo. Luz que busca redescubrir, explorar, sentir lo
que el otro siente. Luz que busca mostrar, luz que quiere ver, ¡luz! .. Pero, ¿qué
pasa cuándo no podemos ver la transparencia de esa luz que busca entrar?, ¿qué
pasa cuándo no permitimos ver esa luz?, ¿qué pasa cuándo no dejamos ser a esa
luz? Se apaga .. En la lucha constante de ese ser de luz por ser visto, se
apaga sin haber concluido su fin.
Los seres de luz también sienten, por lo que generalmente en el transcurso de
querer encender almas, resultan heridos. No hablo de seres de otro planeta, no
hablo de nada fantasioso, hablo de personas, personas que llegan o llegaron a
nuestra vida, pero no por casualidad.
¿Te preguntas cómo fue que llegue a tu vida? ¿Te preguntaste qué sigo haciendo
en tu vida? ¿Te preguntaste por qué sigo apostando a renovar tu alma? ¿Te
preguntaste por qué confío tanto en tu esencia? ¿Te preguntaste qué fin tengo
en tu vida? No, seguro no te lo preguntaste, por estar en esa coraza, por no
permitirme ser, por no permitirte ser conmigo.
Sigo
apostando a tu esencia, que tan fresca es, tan vos. Tenes más de mil cosas para
mostrar, para enseñar .. Si tan solo te dejarás ver, si tan solo salieras de
esa coraza, si tan solo pudieras ser. Nada resulta más reconfortante que
descubrirse. ¡anímate, arriésgate, querete, SE! Y jamás te limites a sentir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario