¿Cómo
hacerte saber que siempre hay tiempo?
Que
uno sólo tiene que buscarlo y dárselo.
Que
nadie establece normas, salvo la vida.
Que
la vida sin ciertas normas pierde forma.
Que
la forma no se pierde con abrirnos.
Que
abrirnos no es amar indiscriminadamente.
Que
no está prohibido amar.
Que
también se puede odiar.Cómo
hacerte saber que nadie establece normas, ¡salvo la vida!
Que
el odio y el amor son afectos.
Que
la agresión porque sí, hiere mucho.
Que
las heridas se cierran.
Que
las puertas no deben cerrarse.
Que
la mayor puerta es el afecto.
Que
los afectos nos definen.
Que
definirse no es remar contra la corriente.
Que
no cuanto más fuerte se hace el trazo, más se dibuja.
Que
buscar un equilibrio no implica ser tibio.
Que
negar palabras implica abrir distancias.
Que
encontrarse es muy hermoso.
Que
el sexo forma parte de lo hermoso de la vida.
Que
la vida parte del sexo.
Que
el por qué de los niños tiene un por qué.
Que
querer saber de alguien no es sólo curiosidad.
Que
querer saber todo de todos es curiosidad malsana.
Que
nunca está de más agradecer.
Que
la autodeterminación no es hacer las cosas solo.
Que
nadie quiere estar solo.
Que
para no estar solo hay que dar.
Que
para dar debimos recibir antes.
Que
para que nos den, también hay que saber cómo pedir.
Que
saber pedir no es regalarse.
Que
regalarse es, en definitiva, no quererse.
Que
para que nos quieran debemos mostrar quienes somos.
Que
para que alguien sea, hay que ayudarlo.
Que
ayudar es poder alentar y apoyar.
Que
adular no es ayudar.
Que
adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara.
Que
las cosas cara a cara son honestas.
Que
nadie es honesto porque no roba.
Que
el que roba no es ladrón por placer.
Que
cuando no hay placer en hacer las cosas, no se está viviendo.
Que
para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte.
Que
se puede estar muerto en vida.
Que
se siente con el cuerpo y la mente.
Que
con los oídos se escucha.
Que
cuesta ser sensibles y no herirse.
Que
herirse no es desangrarse.
Que
para no ser heridos, levantamos muros.
Que
quien siembra muros no recoge nada.
Que
casi todos somos albañiles de muros.
Que
sería mucho mejor construir puentes.
Que
sobre ellos se va a la otra orilla, y también se vuelve.
Que
volver no implica retroceder.
Que
retroceder puede ser también avanzar.
Que
no por mucho avanzar amanece más cerca del sol.
Cómo
hacerte saber que nadie establece normas, ¡salvo la vida!
(Mario
Benedetti)
No hay comentarios:
Publicar un comentario