Igual que el sol, que ilumina sin pedir explicación. Igual
que Dios; Dios sos vos y es esa flor que se durmió.Y de la
mentira, necesito siempre ir a la verdad. De la locura a la paz,
dedicarme a la libertad.
Y de lo irreal, necesito siempre ir a
lo real.
De la oscuridad a la luz, de la muerte a la inmortalidad.
Y si es con amor, con amor con Dios lo haremos bien. Si así no es, ese amor nunca traspasa una pared.
Igual el cielo, cielo que nos mira siempre con piedad. Igual el sueño, sueño que despierta un pueblo al despertar.
De la oscuridad a la luz, de la muerte a la inmortalidad.
Y si es con amor, con amor con Dios lo haremos bien. Si así no es, ese amor nunca traspasa una pared.
Igual el cielo, cielo que nos mira siempre con piedad. Igual el sueño, sueño que despierta un pueblo al despertar.
Ya lo sabes, que la luz habita en el
corazón, porque el misterio es la luz, es la luz de la esperanza y
el perdón.
El país somos nosotros, América Latina somos nosotros, el mundo somos nosotros, la capilla del hombre somos nosotros.
El país somos nosotros, América Latina somos nosotros, el mundo somos nosotros, la capilla del hombre somos nosotros.
Como decía Luther King: "Tengo una
ilusión, ojalá en estas acciones cada día, sean una coherencia,
y una plegaria, cuidar la paz para defender la vida, y que todos
tengan más trabajo y libertad, que no duerman más chicos en la
calle, que nos amemos sin prejuicios, que la juventud recobre la
esperanza, que no nos dividan más con banderas, que se concrete la
unidad Latinoamericana, y que esa unidad sea planetaria, y ojalá se
quede a vivir con nosotros para siempre la paz".

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