Un
día, la vida me golpeó tan fuerte que me enseñó a resistir. Un
día, me mintieron de tal forma que me dolió y entónces aprendí a
ir siempre de frente con la verdad. Un día, me falló quien menos
imaginaba y entendí que las palabras hay que cumplirlas y de los
actos, hacerse cargo. Además, un día lastimé a alguien y fue ahí
cuando aprendí a pedir perdón. Un día lo viví triste y cuando
llegó la noche me di cuenta que es mucho más lindo sonreír que
llorar. Otro día, perdí mi tiempo con cosas que no valían la pena
y noté que la vida pasa demasiado rápido para perdérsela esperando
algo que nunca va a pasar. Un día, descubrí que tiene sentido
enamorarse
y pelear por lo que uno siente. Tienes que sonreír. Tienes que saber
amar. Tienes que tener la grandeza para aceptar tus errores y la
valentía para pedir perdón. Tienes que compartir. Tienes que
cumplir. Tienes que olvidarte
de los que te critican y unirte a los que te quieren y por sobre todo
tienes que vivir cada momento como si fuera el último ...
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